María, auxilio de los cristianos (en latín: Maria Auxilium Christianorum) es un título antiguo dado a María, madre de Jesús. San Juan Crisóstomo, nacido en torno a los años 345-350 y obispo de Constantinopla desde el año 398, la llamaba «Auxilio potentísimo, fuerte y eficaz de los que siguen a Cristo». Este título tomó fuerza en Occidente con el papa Pío V en el siglo XVI y fue definitivamente popularizado con el desarrollo de las obras educativas y apostólicas de Don Bosco en el siglo XIX, en la advocación mariana de María Auxiliadora. Con el adjetivo "auxiliadora", los católicos significan que la Virgen María trae consigo el "auxilio" de Dios, Jesucristo. El título de "María Auxilio de los Cristianos", expresa la comediación de María respecto de la humanidad. Como Madre del Redentor, por fuerza y mérito de la corredención, los católicos la contemplan como la ayuda de la humanidad necesitada de redención; lo es también de cada individuo, al considerársela la Madre espiritual de todos. ¡María Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros!
Infografía: https://es.m.wikipedia.org/wiki/María_Auxiliadora
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva tu pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
nada te turbe.
A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
»
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
bondad inmensa;
pero no hay amor fino
sin la paciencia.
Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios tu tesoro
nada te falta.
Id, pues, bienes del mundo;
id dichas vanas;
aunque todo lo pierda,
sólo Dios basta.
Santa Teresa de Jesús
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al Sarmiento que no da fruto en mí, Él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.
Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el Sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los Sarmientos; el que permanece en mí y yo en él ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer.
Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al Sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mí padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos". Palabra del Señor
Gloria a ti Señor Jesús
Quizá en algún momento hemos escuchado el término pentecostés pero ¿sabemos de que trata? La palabra Pentecostés hace referencia a una festividad solemne de nosotros los cristianos, se celebra justamente 50 días después de la Pascua de resurrección (pente que significa Penta y este significa 50) y esta festividad es muy significativa debido a que en ella se celebra la llegada o venida del Espíritu Santo, el derramamiento de sus Santos dones sobre los apóstoles y la Virgen María, cuando desciende como lenguas o llamas de fuego sobre cada uno de ellos. Es muy común que el espíritu Santo se represente de diversas formas, ya sea como un fuego o como una paloma, sea de la forma que queramos representar al espíritu Santo de Dios, debemos recibirlo con alegría y gozo y estar siempre dispuestos a permitir que haga en nuestra vida lo que él quiera, pidámosle que siempre nos ilumine y que siempre mantenga esa llama viva de amor en nuestros corazones para hacer su voluntad divina y estar al servicio de los demás. Hasta la próxima, deja tus comentarios abajo ⬇⬇⬇
